Una muñeca maligna, Annabelle estaba poseida

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La muñeca diabólica surge de unos cuentos creados por Johnny Gruelles

¿Usted cree en objetos poseídos?, ¿Malditos?, ¿En una muñeca demoníaca que se mueve sola y pueden incluso matar?, ¿No…?. Le parece una historia de película de terror, si lo sé … Pero le digo, puede creer!. Esta es una historia real y espeluznante sobre una muñeca, en el estilo de Annabelle.

El caso de Annabelle, fue investigado por la famosa pareja de demonologistas, e investigadores paranormales, Ed y Lorraine Warren. Para quien no recuerda, fueron ellos quienes investigaron, por ejemplo, el caso de Amityville, una de las tragedias mas mediáticas en Estados Unidos, lo sucedido se convertiría posteriormente en una película, al igual que otros casos de este matrimonio.

Los comienzos de una una muñeca diabólica empiezan a llamar la atención

En 1970, una madre compró una antigua muñeca Raggedy Ann, en una Hobby Store (Tienda especializada en objetos de colección). La muñeca fue un regalo para su hija, Donna, por su cumpleaños, Donna, en la época, estudiaba en la universidad, formándose en el área de enfermería y residía en un minúsculo apartamento, con su compañera de cuarto Anngie.

Contenta con la muñeca, Donna la colocó en su cama como una decoración y no le presto mayor atención hasta algunos días más tarde, cuando Donna y Angie, comenzaron a notar algo extraño que les inquietaba de la muñeca.

Aparentemente, esta se movía sola, en un primer momento movimientos relativamente imperceptibles, como un cambio de posición, pero con el tiempo estos movimientos se hicieron más perceptible, como cuando llegaron a la casa y encontraron la muñeca en una habitación diferente de donde la dejaron.

A veces, la muñeca se encontraba de brazos y piernas cruzadas en el sofá, otras veces era encontrada en posición vertical, de pie, apoyada en una silla en el comedor. Otras veces Donna colocaba la muñeca en el sofá antes de salir al trabajo, y cuando regresaba a casa encontraba la muñeca de vuelta en su habitación sobre la cama con la puerta cerrada.

Annabelle, la muñeca diabólica, no soló se movía, también escribía, y con un mes de extrañas experiencias, Donna y Angie comenzaron a encontrar mensajes escritos a lápiz en un papel de pergamino donde se leía «Ayúdanos» y «Ayuda a Lou». La escritura a mano parecía pertenecer a un niño pequeño, y lo que inquietaba de los mensajes no eran los textos, sino lo utilizado para escribirlo, Donna no tenía papel de pergamino en su casa, en el cual se escribieron los mensajes, entonces, ¿de dónde vino?.

Una médium le puso voz a la muñeca diabólica

Una noche, Donna volvió a casa y encontró la muñeca nuevamente en una posición diferente de la que había dejado, esta vez en su cama, esto se había convertido en algo típico de la muñeca diabólica, pero también se daba cuenta que esta vez era diferente, había algo que no estaba bien.

Una sensación de temor se apoderó de ella, cuando al inspeccionar la muñeca, vio lo que parecían gotas de sangre en la parte superior de sus manos y en su pecho. aparentemente, de la nada, una sustancia líquida y roja apareció en la muñeca. Asustadas y desesperadas, Donna y Angie decidieron que era hora de buscar ayuda especializada.

Sin saber a dónde ir, se pusieron en contacto con una médium y se realizó una sesión, Donna conocería entonces al espíritu de Annabelle Higgins. La médium comenzaría el relató de la historia de Annabelle, una joven que residía en esa propiedad antes de que los apartamentos fueran construidos, aquellos fueron «momentos felices». Ella era una niña de soló siete años cuando su cuerpo sin vida fue encontrado en el campo donde el complejo de apartamentos estaba ahora.

El espíritu también contó que ella se sentía cómoda con Donna y Angie y quería quedarse con ellas, y ademas que la quisieran. Sintiendo compasión por Annabell y su historia, Donna permitió que la muñeca diabólica continuara «poseída» para que la niña pudiera quedarse con ellas. Sin embargo, pronto descubrieron que las cosas no era lo que parecía ser. Esto no era un caso común y definitivamente eso no era una muñeca común.

El relato de Lou sobre la muñeca demoníaca

Lou un amigo de ellas, rechazo la muñeca desde el día que llego, en varias ocasiones advirtió a Donna que era maligna y tenia que librarse de ella, pero la compasión hacia la muñeca, y sin creer mucho lo que decía su amigo, la mantuvo con ella, pero la decisión de Donna, no seria la adecuada.

Lou despertó una noche de un sueño profundo, y en total pánico, era una pesadilla recurrente, pero esa vez, era diferente de alguna forma. Él miró a su alrededor, buscado algo diferente, pero no observo nada fuera de lo común, y entonces algo sucedió, la muñeca, estaba a los pies de la cama, y empezó a deslizarse lentamente subiendo por su pierna, y luego sobre su pecho donde se detuvo, y en un instante lo comenzó a estrangular.

Paralizado por la situación y en un punto de asfixia, Lou se despertó a la mañana siguiente, seguro de que no era un sueño, había tomado una decisión, librarse de la muñeca y del espíritu que la poseía, sin embargo, tendría una experiencia terrible que no esperaba.

Al día siguiente del sueño, Lou y Angie miraban mapas solos en la vivienda, todo parecía extrañamente silencioso, de repente, unos sonidos provenientes de la sala, crearon el miedo de que alguien podría haber entrado, Lou, decidido acercarse a la puerta, pero espero que los ruidos cesasen antes de abrir. Al ver, la sala estaba vacía, excepto por Annabelle la muñeca diabólica que estaba tirada en el suelo, en una esquina.

Observando noto que nada estaba fuera de lugar, al acercarse a la muñeca, sintió la impresión de que alguien estaba detrás de él, al girar rápidamente no había nadie. De repente sin entenderlo se vio agarrando su pecho, sintiendo un gran dolor, su camisa estaba manchada de sangre y al abrirla, su pecho se veía surcado por siete marcas de garras distintas, tres en vertical y cuatro en horizontal, todas estaban calientes como quemaduras. Esas marcas se curararian en dos días sin dejar marcas.

Comienzan una investigación paranormal: Los Warren

Donna finalmente comenzaría a comprender que el espíritu en la casa, no era el de una niñita, sino un espíritu no humano y demoníaco por naturaleza, después de la experiencia de Lou, ella sintió que era hora de buscar asesoramiento realmente especializado, contacto con un sacerdote llamado Padre Hegan, este sintió que era una cuestión que necesitaba una autoridad mayor en la iglesia, entonces contacto al Padre Cooke, que inmediatamente entró en contacto con los Warren.

Ed y Lorraine Warren se interesaron por el caso, entrevistaron a Donna, Angie, y Lou, y llegaron a una conclusión, la muñeca diabólica no era el problema en si, esta estaba siendo manipulada por una presencia no humana, ya que los espíritus no poseen objetos inanimados, como casas o juguetes, ellos poseen personas, pero un espíritu no humano si puede vincularse a un lugar u objeto y eso es lo que estaba ocurriendo en este caso.

Este espíritu manipulaba la muñeca y creaba la ilusión de que estaba viva, para influenciar y llamar la atención, pero ese espíritu no pretendía quedar ligado a esa muñeca diabólica, él buscaba poseer un huésped humano, y se encontraba en la fase de infestación, que comenzó despertando la curiosidad de la gente mediante la muñeca, y la intención de que lo tomasen en cuenta.

Y le pusieron atención, en principio, se cometió el error de llamar a un médium para comunicarse con ella, esta mediante esta conexión explotó las vulnerabilidad emocional de las dos mujeres, fingiendo ser el espíritu de una niña inofensiva, la cual, durante la sesión, obtuvo el permiso -por Donna- para continuar en ese sitio.

En la conclusión de la investigación, los Warren consideraron oportuno una bendición del lugar con la ayuda del Padre Cooke para limpiar el plano espiritual. «La bendición episcopal de la casa es larga, un documento de siete páginas que es claramente de naturaleza positiva. En lugar de expulsar específicamente a las entidades malignas del lugar, el énfasis está orientado a llenar la casa con poderes positivos y de Dios«, (Ed Warren). A petición de Donna, y como una precaución adicional para que los fenómenos no ocurrieran en la casa nuevamente, los Warren llevaron la vieja muñeca de tela junto con ellos cuando salieron.

Después de los hechos, que sucedió con la muñeca Anabelle

El Padre Cooke, ejercería su papel de exorcista, el ritual de siete páginas, se recito en toda las estancia del lugar, dejando a los Warren confiados que la entidad ya no residía allí. Ellos acordaron llevarse la muñeca diabólica al regresar a su casa, pero antes colocaron la muñeca en el asiento trasero del vehículo y condujeron por carreteras segundarías, en caso de que el espíritu no humano aún residiera en la muñeca.

Sus sospechas fueron confirmadas, el odio afloro de la muñeca diabólica, en cada curva el vehículo de los Warren patinaba y daba fallas en la dirección hidráulica y en los frenos, Ed logro detenerlo, se dirigió a la parte trasera donde estaba la muñeca, la cogió poniéndola en una bolsa negra y regándola con agua bendita que tenia en un frasco, la empapó, haciendo la señal de la cruz sobre ella, de esa forma, como empezó, todo paro inmediatamente y los Warren llegaron a casa con seguridad.

Cuando llegaron a casa, la muñeca levitó varias veces al principio y luego caía inerte. Durante las semanas posteriores, la muñeca comenzó a aparecer en varios sitios de la casa, cuando los Warren salían, dejaban la muñeca encerrada en un sitio externo de la casa, cuando volvían y abrían la puerta principal, la muñeca estaba cómodamente sentada. La muñeca también mostró un odio por clérigos que vinieron a la casa.

Los Warren tienen una caja construida especialmente para Annabelle dentro del Museo Ocultista, donde residen hasta hoy. Desde que la caja fue construida, la muñeca parece no moverse. Abría que decir que Raggedy Ann es un personaje creado por el escritor estadounidense Johnny Gruelle (1880-1938) en una serie de libros que escribió e ilustró para niños.

La muñeca de tela con hilos de lana roja como pelo y con una nariz en forma de triángulo, fue creada en 1915 y fue presentada al público en 1918 en el libro «Historias de Raggedy Ann». Gruelle creó Raggedy Ann para su hija, Marcella, la que murió a los 13 años después de haber sido vacunada en la escuela contra la viruela sin el consentimiento de sus padres. De esa forma comenzaría a ser utilizada como un símbolo del movimiento anti-vacunación.