La Atlántida, cuyo nombre proviene del griego antiguo Atlantis que significa «isla del Atlas», es una isla mítica que habría sido tragada por un cataclismo alrededor del 9600 a.C.
Según el relato del filósofo griego Platón cuatro siglos antes de nuestra era, el reino de los atlantes fue absorbido por una avalancha de agua porque sus habitantes habían caído en la corrupción y el materialismo. Tras este cataclismo, la mítica isla fue borrada para siempre de los mapas del mundo.
La historia de platón
La historia de la Atlántida se cuenta en dos diálogos de Platón, Timoteo y Críticas, que escribió al final de su vida. El Timaeus se presenta como un diálogo entre cuatro personajes: Sócrates, Timaeus, Hermocrates y Críticos.
Según Critias, el legislador Solón (que vivió en el siglo VI a.C.) confió a su bisabuelo Dropides una historia que él mismo había escrito de un sacerdote egipcio en el templo de Sais. Por lo tanto, Platón insiste en el hecho de que esta historia no es una ficción, sino una historia real.
Por eso, aún hoy, más de 2000 años después del relato de Platón, los investigadores y entusiastas están formulando hipótesis sobre la ubicación de esta isla hundida. Según otros especialistas en arqueología y mitología antigua, el relato de Platón es una ficción política y la Atlántida representa a Atenas y los peligros que la amenazan.
¿Dónde está la Atlantis?
El relato de Platón ha dado lugar a múltiples interpretaciones y a diversas hipótesis de localización.
Los investigadores no han llegado a ningún acuerdo sobre la ubicación definitiva de la Atlántida: algunos la identifican con la civilización cretense destruida tras la erupción de Théra (o Santorini) en las Cícladas alrededor del 1500 a.C.
Otros creen que se encuentra en el Océano Atlántico y que sólo sus puntos más altos seguirían apareciendo, en particular las Azores y Cabo Verde. Otros lo sitúan al oeste del Estrecho de Gibraltar o incluso en la Antártida.
Los Misterios de la Atlántida
Según Platón, los reyes de la Atlántida nacieron de la unión del dios Poseidón y un mortal, Clito. Pero poco a poco, los diez reyes de la ciudad olvidaron la trama de lo divino que llevaban dentro y cedieron a la corrupción y al orgullo.
Por lo tanto, Zeus decidió castigarlos destruyendo su isla y su civilización en un día y una noche, durante un gran maremoto asociado con los terremotos.
Por razones desconocidas, Platón no completó el Critias: la historia fue interrumpida cuando Zeus decidió castigar a los atlantes decadentes. Según algunas interpretaciones, esta suspensión es voluntaria y Platón invita al lector a ir más allá y proseguir su reflexión solo.
Además, Platón no es el único que cuenta la historia de una isla hundida. Las historias de territorios hundidos y ciudades perdidas como Avalon o Ys se pueden encontrar en las leyendas amerindias, la mitología oriental y la Biblia.