La reacción de muchos ha sido de asombro, la de otros indignación, se acusa de invento y falsedades que tiene como finalidad socavar las bases mismas de la iglesia, pero esto lo que parece es, haber sido un hecho histórico tan absurdo y rocambolesco, que ciertos historiadores eclesiásticos, han decidido ignorarlo.
Hablamos de una situación que la iglesia rechaza y muchos historiadores también, no sabemos si ocurrió o no, pero la historia se cuenta desde hace siglos habiendo llegado a ser creída durante una etapa de ese tiempo.
Hablamos de una audaz mujer que la historia recuerda cómo la Papisa Juana, y según se relata, sobre este supuesto suceso, el periodo en el que se desarrolla podría estar encuadrado en un período de tiempo entre el papado del Papa León IV, 847 y 855, y el de Benedicto III 855 al 858.
Entre ese lapso, cierto prelado de nombre Juan, quien realmente era una Juana, logro ocupar nada menos que el trono de san pedro, gobernaría así durante casi tres años, y quizás lo habría hecho por mucho mas tiempo, de no haber quedado en cinta, dando a luz durante una ceremonia pública.
Como llego esta mujer al trono de Pedro, y convertirse en la Papisa Juana
Juana quien se hacía pasar por Juan, había nacido en Bretaña hacia el año 818, desde niña destacó como estudiante por su don de palabra y agudo intelecto, estando en la escuela se enamoró de un monje Benedictino con quien mantuvo una relación, cuando éste fue trasladado a la ciudad de Atenas, ella a fin de poder acompañarle, se disfrazaría con atuendo masculino, pero al poco tiempo de llegar su amante falleció.
Juana decidiría viajar a Roma para entrar al sacerdocio, gracias a su personalidad e intelecto no tardó en ganar un puesto como profesor en ciencia, haciéndose famosa por la profundidad de sus disertaciones, gracias a esa fama, Juan de Inglaterra como ya se le conocía, pasó al Vaticano donde se convirtió en notario de la curia.
Frecuentemente predicaba sermones y dictaba conferencias de tal calibre, que a medida que su popularidad y renombre crecían, se aceleró también su ascenso en la jerarquía eclesiástica, para el año 853 fecha probable del deceso del Papa León IV, se hacía necesario nombrar a un nuevo Pontífice.
Como lo relata Emmanuel Royidis en la biografía titulada: Papisa Juana, publicado en 1866, -esto por cierto le costó ser excomulgado-, el Padre Juan aparte de su don de palabra y capacidad intelectual, estaba considerado además como un claro ejemplo de austeridad y altruismo, cualidades que se estimaban en el vaticano, considerando que de ser Juan electo Papa, no gastaría la renta de San Pedro en lujo, pompa, o burocracia, sino en ayudas para los pobres y enfermos.
Según parece, la discusión de los méritos del Padre Juan entre los obispos del tribunal electoral solamente duró un poco más de cuatro horas, transcurridas las cuales fue escogido como el nuevo Pontífice, bajo el nombre de Juan VIII.
La Papisa Juana, su gestión fue bastante equilibrada…. Si existío
Después de asumir su alta investidura, Juan …. o mas bien la Papisa Juana, se desempeñaría con gran equilibrio y competencia, así y durante su Papado, Juan VIII, consagró al Rey Luis II de Francia, ordeno al menos a 14 obispos, hizo construir 14 iglesias, agregaría un nuevo artículo al credo, y escribió cinco libros arremetiendo contra los iconoclastas.
Pero Juana siendo mujer -bastante fogosa por cierto-, se enamoró de su chambelán privado, un joven de soló 20 años a quien convirtió en su amante. Pero todo se complicó cuando la Papisa Juana quedo embarazada, a pesar de que intentó ausentarse durante algún tiempo del Vaticano para dar a luz las circunstancias de su cargo se lo impidieron.
Cierto día, durante una procesión que partió desde San Pedro hacia el Palacio Lateranense, sintió inminentes dolores de parto mientras cabalgaba, fue necesario detener el cortejo, ella bajó del caballo y no tuvo más alternativa que dar a luz delante de la multitud, la cual estaba atónita y escandalizada, al darse cuenta de que el Papa era una mujer, la turba enardecida la ataría la cola de su caballo, siendo arrastrada por las calles de Roma para luego regresarla al sitio donde se había descubierto su fraude.
Allí moriría posteriormente apedreada la Papisa Juana, se dice que el recién nacido sobrevivió, y mucho después hasta llegó a ser Obispo de Ostia, por su parte el joven amante escapo, habiéndose refugiado en un monasterio del cual jamás volvió a salir si no después de muerto.
Este mito, leyenda, o historia de Juana La Papisa, no sabemos si existió, si su historia fue execrada y escondida como muchas otras, si cambiaron los acontecimiento para eliminar cualquier vestigio de ella, si esto sucedió, o no, no lo sabremos, pero deja pensando en una supuesta, ambiciosa y emprendedora mujer, que busco la igualdad y alcanzo un puesto en la sociedad que estaba, reservado únicamente a los hombres.
Y si se pensaba que la historia terminaba así, los seguidores de este hecho, dicen que hasta el Papa León X 1513-1521, se había utilizado una extraña silla, como método para hacer la “comprobación papal”, intentando que el error no se volviese a repetir, este artilugio: la sedia stercoraria, supuestamente se utilizaba para hacer un registro intimo de las partes papales para su confirmación, viendo, tocando y diciendo, “habet!”, traduciendo .… “¡Tiene!”.