La mítica construcción de la Torre de Babel, ¿existió realmente?

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Uno dicen que existió, la torre de Babel, otros dicen que no.

Realmente existió… Y es una afirmación, no es una pregunta. El antiguo testamento está repleto de historias, muchas de ellas parecen fantásticos diluvios que arrasan el mundo, plagas desbastadoras, mares que abren sus aguas, y por supuesto, la mítica torre de Babel, ¿quien no ha oído hablar de la torre de Babel?.

Siempre se ha pensado que era un mito, la arqueología oficial nunca contemplo los textos bíblicos como un texto histórico, en este caso. Pero lo cierto es que en la antigua Irak, se encontró una estela en la que aparecen evidencias convincentes, de que la torre de Babel, realmente existió.

Esto nos hace pensar que los textos bíblicos que hablan de ello, también forman parte de una antigua realidad, que fue convirtiéndose con el paso de los tiempos en leyenda, en la estela -especie de lapida de piedra-, de Nabucodonosor II, el mismo aparece frente a un enorme zigurat, y en las escrituras se hizo un hallazgo.

El profesor de la Universidad de Londres, Andrews George, encontró pruebas concluyentes de que los textos anexos, a la tablilla, corresponde a los textos bíblicos, donde se habla de la torre de Babel, ¿pero que a traducido el señor Andrews George?.

Los textos que habla de la posible existencia de la torre de Babel

El texto, o los fragmentos de textos que hay en la parte inferior, dicen lo siguiente:

“Del mar superior -refiriéndose al Mediterráneo-, hasta el mar menor -el Golfo Pérsico-, de tierras lejanas y grandes pueblos que moran, se movilizaron para construir este zigurat de Babilonia”.

La ciudad de Babilonia había sido fundada alrededor del año 2300 a. de C., aproximadamente a unos 130 km. al sur de la actual Bagdag, la ciudad de Bagdag, Los Inditas, saquearon Babilonia en el año 1595 a. de C., Nabucodonosor comenzó la reconstrucción de la ciudad en el año 612 a. de C., donde levantó la torre, en la parte más antigua de dicha ciudad.

Vamos a recordar lo que dice la Biblia: “Entonces se hablaba solo un idioma en toda la tierra, al emigrar a oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinaí, y allí se sentaron”. Un día se dijeron unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego”, fue así cuando usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla.

Luego dijeron: “Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo, de ese modo nos haremos famosos, y evitaremos ser dispersados por toda la tierra”, pero el Señor bajó para observar la ciudad y a la torre.

Al llegar observo la torre que los hombre estaban construyendo y se dijo:

«Todos forman un sólo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y con todo lo que se propongan lo podrán lograr con esta unidad Será mejor que bajemos a confundir su idioma para que ya no se entiendan entre ellos mismos».

De esa manera el Señor, los dispersó por toda la tierra, y por tanto dejaron de construir la ciudad, por eso la ciudad se llamó Babel, porque allí fue donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo.

La biblia, y la tablillas de Nabucodonosor, parecen tener una historia que contar

Eso es lo que dicen los textos bíblicos, que en cierto modo concuerdan con lo que dice la estela, pero hay una cosa curiosa; la referencia a la torre de Babel, que figura en el génesis, ¿sabéis donde está?, en el Génesis capitulo 11, versículo del 1 al 9, “9/11”, una torre que es destruida, ó que es abandonada, ó que es dejada por unos dioses, ¿no recuerda un poquito?, “a otras torres”, pareciese que alguien juega con el destino?, o quizás alguien lo provoca.

Es muy interesante los datos que saquemos de aquí; viendo también que otros ancestrales textos, textos sagrados, y muchos de ellos no sagrados como la Iliada, se habla de la existencia de ciudades míticas como Troya, y por supuesto la Biblia, nos habla de Babilonia y su gran torre, la torre de Babel.

Quizás la mitología y muchos textos religiosos contengan la clave de nuestro origen y digo quizás, porque solo sabiendo nuestros orígenes podemos entender cual es nuestro destino, tal vez entendiendo muchos textos de manera adecuada, seamos capaces de ver hasta dónde podemos llegar, o cual es el fin de nuestra propia existencia.