Fenómenos extraños, la explosión de Tunguska

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Un extraño suceso ocurrió a principote del siglo XX, denominado la explosión de Tunguska

¿Qué provocó a principios de siglo XX una explosión en la taiga rusa -tipo de selva-, mil veces más potente que la de Hiroshima? ¿Por qué los científicos aún no han logrado esclarecer la causa de la explosión? ¿Podría suceder de nuevo?

El 30 de junio de 1908 a las 7:14 de la mañana un objeto de origen desconocido atravesó la taiga siberiana -tipo de selva- y estalló provocando una explosión que, según testigos de la época, permitió leer periódico durante varias noches en Europa sin necesidad de luz artificial. Tras la explosión de Tunguska también sobrevinieron una sucesión de movimientos sísmicos.

El objeto estalló en una zona de la Taiga lejana y deshabitada, gracias a lo cual no hubo víctimas mortales, que se sepa. Debido a lo lejano del fenómeno y a los problemas internos rusos de la época, no fue hasta 1927 cuando se envió a la zona la primera expedición para investigar lo ocurrido y entrevistar a los testigos.

La expedición la dirigía el científico ruso Leonid Kulik, secretario del Comité Investigador de Meteoritos, pues se pensaba que el responsable había sido un meteorito y querían encontrar el cráter provocado por el mismo al estrellarse contra la tierra.

Según declaraciones de los testigos, un objeto de grandes dimensiones cruzó el cielo dejando a su paso una estela de fuego y humo. Antes de estallar realizo un extraño e inexplicable movimiento como de frenazo o de remontar el vuelo, realizando una curva de unos 600Km. Las investigaciones revelaron que el objeto viajaba a una velocidad de 7.000km/h y que debía de tener un peso en torno a las 500.000 toneladas

La potencia de la explosión que sobrevino se estimó en unos 10 ó 20 megatones –la bomba que provoco el genocidio de Hiroshima era “solo” de 20 kilotones-. Tras la explosión de Tunguska una nube de fuego y humo se elevó a varios kilómetros de altura sobre el suelo.

La zona devastada se estimó en 2.000 Km2, Kulik y sus hombres llegaron al centro de la explosión, alrededor de esa zona todos los árboles estaban derribados y alineados con ese punto. Sin embargo no encontró ningún cráter, no lo había, inexplicablemente el objeto había estallado antes de colisionar con el suelo, a unos 80Km. de altura.

Una explosión colosal, ¿Qué la provocó?

Las teorías científicas que trataban de explicar lo sucedido, como la colisión de un meteorito, chocaban de lleno con la extraña trayectoria de vuelo y con la ausencia de cráter.

Por otra parte, investigaciones posteriores realizadas por Alexander Kazantsev, revelaron que en toda la zona de la explosión había unos niveles de radiactividad muy altos. Kazantsev creía que la explosión la podía haber provocado una nave espacial extraterrestre; esto explicaría la explosión a gran altura, el extraño comportamiento en vuelo y la radiación… pero no se encontró ningún resto de la nave. Otros aventuraron que los responsables de la explosión de Tunguska y la radiación habían sido los experimentos de Nicola Tesla, de lo cual no existe ninguna prueba.

También se especuló que la explosión hubiera sido provocada por antimateria al entrar en contacto con la materia, pero en este caso la explosión habría sido fulminante al entrar en contacto una con la otra, y no habría descrito ese vuelo por la atmósfera, tambien se especulo con la aparición de un agujero negro.

Otra teoría surgida en los años 60 del siglo XX, una expedición soviética encontró polvo de magnetita en Tunguska, lo cual parecía incidir en la teoría de que se había tratado de un cometa.

Las teorías más recientes sobre la explosión de Tunguska

Los científicos no terminan de ponerse de acuerdo con respecto a lo sucedido en la explosión de Tunguska en 1908, por ello nuevas teorías siguen apareciendo periódicamente.

Una de las más recientes dice que se trataba de un cometa capturado por el campo gravitatorio de la tierra entrando entonces en una órbita elíptica a través de la Antártida. Dio 4 vueltas a la Tierra y, sobre Tunguska, se dividió en varios fragmentos cuyas explosiones, antes de tocar el suelo, devastaron la zona. Pero, ¿cómo es posible que nadie lo viera durante las cuatro vueltas a la tierra?

En 2007 científicos de la universidad de Bolonia afirmaron haber encontrado un cráter provocado por la explosión. Según ellos, se encontraría en el actual lago Cheko, que tiene forma de embudo y, si lo vaciáramos, veríamos que su cuenca tiene el aspecto típico de un cráter.

Por otra parte, en los sedimentos situados a 10m de profundidad han hallado restos que hacen pensar en meteoritos. Además, tras una intensa búsqueda, no han encontrado documentos, pistas o testimonios de la existencia de ese lago antes de 1908. Los más escépticos afirman que un cráter de 300m de diámetro es muy pequeño para una explosión de la magnitud de la de Tunguska.

No fue un objeto tan grande

También a finales del año 2007, Mark Boslough dirigió una investigación en los laboratorios nacionales de Sindia, en la cual obtuvieron una simulación por ordenador de lo sucedido en Tunguska, que concuerda con los efectos físicos producidos por la explosión de Tunguska mucho mejor que los obtenidos hasta entonces.

Boslough explica que las características físicas del objeto, su composición, etc. influyen en como entra en la tierra, en la fricción y en como impacta. Según la simulación, el objeto fue mucho más pequeño de lo que se creía, así como la potencia de la explosión, que él estima en 3 a 5 megatones.

También, basándose en documentos de la época, cree que el bosque donde tuvo lugar el suceso ya se encontraban muy deteriorado, lo cual pudo dar lugar a que los efectos de la explosión se creyeran mayores de lo que realmente fueron.

Según Boslough, como la velocidad del objeto era muy superior a la del sonido, después de formar un chorro de gas gigantesco de alta temperatura se ensanchó con una violencia que provocó una bola de fuego que hizo explosión en el aire. Las ondas expansivas y los pulsos de radiación térmica en la superficie fueron muchísimo más altos de lo que habrían sido a la altura en que tradicionalmente se piensa que ocurrió laexplosión de Tunguska. Esto, al parecer, explicaría el giro extraño efectuado por el objeto.

Alguien evito un daño mayor

Pero la teoría actual más sugerente es la que sostiene Yuri La bvin, científico ruso creador de una fundación para el esclarecimiento del suceso de Tunguska. En el año 2004 Labvin encontró a 250km de la explosión unas barras de metal de una aleación muy extraña que, según su teoría, proceden de un objeto tecnológico que impactó contra el cometa, para evitar que éste chocara contra la Tierra causando un desastre de proporciones aniquiladoras.

En el año 2009 Labvin encontró en la zona silicatos de hierro que no tienen un origen natural y que por tanto, según él, procederían de este objeto. Yuri Labvin no habla ni de ovnis ni de extraterrestres, sino de un objeto tecnológico.

Pero si el hombre no lo fabricó, tiene que ser, lógicamente de fabricación extraterrestre, de lo cual se deduce que unas inteligencias extraterrestres desviaron el cometa antes de que impactara para que los daños fueran menores.

Pero, ¿si una inteligencia extraterrestre quería proteger a la Tierra de un grave daño, ¿por qué esperar a que el cometa estuviese a 80km de altura? ¿Por qué no desviarlo antes de que entrase en la atmósfera?. En cualquier caso, el enigma de Tunguska sigue abierto.