Qué es el tercer ojo, ¿existe en verdad? …. o es una fantasía esotérica

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En el Majábharata, epopeya mitológica hindú, se cuenta una leyenda acerca de como Shiva, el destructor, obtuvo su tercer ojo; cierto día mientras meditaba, su bella esposa Parvati, sigilosamente se le acercó por detrás, y juguetona tapó sus ojos.

De inmediato una densa oscuridad envolvió al mundo entero, todos los seres vivientes temblaron, debido a que el señor del universo había cerrado los ojos, ocurrió entonces que una intensa lengua de fuego emergió de la frente de Shiva, tras lo cual se formó allí un tercer ojo, para brindar luz a la creación.

El místico tercer ojo, «que todo lo ve», ya era conocido y venerado en la remota antigüedad, formado parte de leyendas y mitologías, no soló en la India, sino en todos los pueblos como símbolo de la superación espiritual.

Prueba de ello es que pergaminos en sánscrito de hace 1526 años, reconocían que ese tercer ojo espiritual, concedía a determinados personajes intuiciones tan reveladoras, como; “el resplandor de todos los soles en el universo brillando, al mismo tiempo”.

Los eruditos y los científicos también han estado detrás del tercer ojo

En el siglo IV a. de C., Herófilo de Calcedonia, anatomista griego, lo definido como, “válvula que regula el flujo del pensamiento”, mucho después el filósofo francés René Descartes, calificaría al tercer ojo como; “nicho del alma racional”.

Aún dejando de lado especulaciones esotéricas, la ciencia moderna ha establecido que: «Esa glándula pineal», lejos de ser un mero vestigio de nuestro remoto pasado, posee complejas propiedades que podrían ser claves en nuestro siguiente paso evolutivo».

En lo científico diremos que, este pequeño nódulo enterrado en la parte trasera del cerebro, y casi exactamente en el centro de los dos hemisferios cerebrales, llamo la atención en 1957, del anatomista norteamericano Aaron B. Lerner, que veía una posible relación del místico tercer ojo con esa glándula.

Descubriría una hormona que se producida allí, a la cual llamo melatonina -de allí surge a su vez otra sustancia química que es la serotonina-, entre las principales funciones de este neurotransmisor, esta el actuar como reloj interno de nuestro organismo.

Ese reloj interno es el encargado de coordinar la temperatura corporal, hormona del estrés, y ciclos del sueño, también interviene con otros neurotransmisores como; “dopamina y noradrenalina”, que están vinculados a la ansiedad, miedo, agresividad, así como a funciones perceptivas y cognitiva.

Una historia del tercer ojo que alguien aprovecho, y le saco partido

Basándose en tales propiedades fue que, a mediados de los años treinta del siglo XX, un plomero inglés llamado Cyril Henry Hoskin, se atrevió a inventar la fábula de que él, “había adquirido ese tercer ojo de la sabiduría”.

Se aprovecharia que los aspectos bioquímicos de la glándula pineal no eran tan conocidos, ademas se apoyo en el hecho de que historias y leyendas acerca de ese mágico e invisible tercer ojo -que todos supuestamente tenemos en la frente-, abundaban no soló en la mitología Hindú, sino también en la de Egipto -incluyendo a los griegos-, decidió convertirse en el gurú de esa mitología.

Para hacerlo no soló se inventó una falsa biografía vinculada con el lejano Tíbet, sino además un nombre acorde con la misma, y desde ese momento se hizo llamar, Tuesday Lobsang Rampa, utilizo un talento innato para emitir largas y complejas disertaciones esotéricas, que luego traslado a libros y estos rápidamente se convirtieron en Best Sellers.

Podría decirse que fue el predecesor de tantos místicos e iluminados, quienes envueltos en ropajes hindúes ó túnicas color azafrán, se pusieron de moda en occidente, a partir de los años 60 del siglo XX, adquiriendo rebaños de adeptos, así como fama y considerables riquezas, predicando abstinencia, meditación, espiritualidad, y contemplación, virtudes que en la mayoría de los casos predicaban para otros, pero que rara vez observaban en su opulenta, y muy materialista vida personal.

Un mito para unos, un verdad para otros, esta glándula sigue siendo un enigma

Diremos que el legendario tercer ojo, siempre estuvo considerado en occidente como un elemento simbólico de la superación espiritual, creencia que cobró inusitado auge en la década de los años 50 y 60 del siglo pasado -como hemos dicho anteriormente-, pero mientras esto pasaba, en la parte científica, investigadores de vanguardia también se interesaban en el asunto, y lo asociaban con la «glándula pineal».

También se cuenta que el árbol de higo, conocido como Bodhi, bajo el cual solía sentarse Buda para meditar, contiene seratonina, y suponemos que este comía frecuentemente de los frutos del árbol, así que no es tan descabellado aceptar, que esos higos ingeridos por el Buda, eran proporcionados en cierta forma, por el árbol del saber.