Esto es lo que Sucede en Nuestra Muerte según el Budismo

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La muerte evoluciona y desarrolla una nueva personalidad

La enseñanza de Buda nos ofrece la explicación más satisfactoria de dónde viene el hombre y a dónde va. Cuando morimos, el espíritu, con todas las tendencias, preferencias, habilidades y características que se han desarrollado y condicionado para esta vida, se reencarna en un nuevo ser

Así, el nuevo individuo evoluciona y desarrolla una nueva personalidad condicionada tanto por las características mentales que se han transferido de la vida anterior como por el nuevo entorno.

La personalidad cambiará y será modificada por el esfuerzo y condicionamiento de factores conscientes como la educación, la influencia de los padres y la sociedad, pero una vez más al morir, se reencarnará en un nuevo ser.

Este proceso de muerte y reencarnación continúa hasta que las condiciones que lo causan, los factores mentales de la codicia y la ignorancia, cesan. Cuando llega a estas condiciones, en vez de renacer, el espíritu llega a un estado llamado Nirvana.

¿Cómo se mueve la mente de un cuerpo a otro?

Cuando alguien muere, comienza a perder el control de su proceso mental. Llega un momento en que sus acciones y hábitos encerrados en sus recuerdos son liberados. En muchos casos, una imagen mental cruza su mente.

Así, dependiendo de la naturaleza del karma que produce esta imagen, la persona puede ver siluetas oscuras, imágenes aterradoras, o puede ver a sus padres, o tener visiones de paisajes espléndidos.

Cuando el cuerpo finalmente se descompone, estas energías son liberadas como energía mental. Puesto que la energía no puede ser destruida, debe reencarnarse en un nuevo cuerpo, causando así el fenómeno de la reencarnación.

Es como las ondas de radio que no están hechas de palabras sino de energía a diferentes ia,frecuencias, que se mueven instantáneamente a través del espacio para ser recogidas por un receptor apropiado. Lo mismo es cierto para el espíritu.

En el momento de la muerte, la energía mental se mueve a través del espacio, es capturada por el óvulo fertilizado de la futura madre, renace como un nuevo ser y se manifiesta como una nueva personalidad.

Por lo tanto, es importante que la persona que muere sea consolada y recordada de sus buenas obras. No debe confundirse y los visitantes no deben llorar abiertamente en su presencia. Cuando uno tiene miedo, el Buda aconseja recordar la mente del Buda, el Dhamma y la Sangha.

¿Renacemos siempre como seres humanos?

Renacer un estado permanente

Algunas personas renacen a niveles celestiales, otras renacen en el infierno, otras pueden renacer como fantasmas o como animales. El Paraíso no es un lugar sino un estado de existencia donde uno tiene un cuerpo sutil y donde la mente esencialmente siente placer.

Algunas religiones buscan absolutamente renacer en una existencia celestial creyendo erróneamente que es un estado permanente. Pero eso no es verdad. Como todos los estados condicionados, el paraíso es impermanente y cuando mueres, puedes renacer como ser humano.

Lo mismo es cierto para el infierno, no es un lugar sino un estado de existencia donde uno tiene un cuerpo sutil y donde la mente siente principalmente ansiedad y angustia. Ser un fantasma, una vez más, es un estado de existencia donde el cuerpo es sutil y la mente está constantemente atormentada por el deseo y la insatisfacción.

Así, los seres celestiales sienten principalmente placer, los seres del infierno y los fantasmas sienten principalmente dolor y los seres humanos generalmente experimentan una mezcla de ambos. Así que la principal diferencia entre el mundo humano y otros mundos es el tipo de cuerpo y la calidad de la experiencia.

¿Qué influye en nuestro «renacimiento»?

El karma esta relacionada a la reencarnación

Según los budistas, el factor más importante que influye en nuestra reencarnación y en el tipo de vida que tendremos es el karma. La palabra karma significa «acción» y se refiere a nuestras acciones mentales intencionales. En otras palabras, lo que somos está determinado en gran medida por la forma en que hemos pensado y actuado en el pasado.

Las energías mentales liberadas en el momento de la muerte se reencarnarán naturalmente en un nuevo cuerpo material que se adaptará a la mayoría de las personas. Una persona buena y amorosa debe renacer en un reino celestial o como ser humano en un ambiente cómodo. Una persona ansiosa, preocupada o extremadamente cruel se reencarna en el reino del infierno, o como un animal o un ser humano que nace en un ambiente extremadamente difícil.

Alguna evidencia científica apoya la visión budista de la muerte. Durante los últimos 30 años, los parapsicólogos han estudiado informes de que algunas personas tienen recuerdos vívidos de sus vidas pasadas. El profesor Ian Stevenson, del Departamento de Psicología de la Universidad de Virginia, ha reportado docenas de casos de este tipo en sus libros.