Asesinato, Mensajes, y el Espíritu de Teresita Basa

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El espíritu de Teresita Basa regresaría para acusar al asesino.

La extraña historia comenzó el 21 de febrero de 1977, cuando el cuerpo de Teresita Basa fue encontrado por los bomberos. La mujer, de 48 años, estaba tendida en el suelo de su lujoso apartamento de la avenida Pine Grove, en Chicago. La habían apuñalado hasta la muerte, y su cuerpo parcialmente quemado.

Como muchos otros inmigrantes llenos de esperanza, Teresita Basa llegó a Estados Unidos desde Filipinas, en busca de empleo y de una vida mejor. Trabajaba como terapeuta especializada en enfermedades respiratorias en el Edgewater Hospital, y la policía no consiguió encontrar pistas que llevaran a la solución del crimen. La impresión inicial de los policías fue que tal vez hubiera sido asesinada por un novio. La verdadera solución del caso, sin embargo, vendría el espíritu de la propia Teresita Basa.

Algo inaudito encamino la investigación

El Dr. José Chua y su mujer también trabajaban en el Edgewater Hospital, aunque no habían conocido a Teresita íntimamente. Pero una noche, cuando ya estaban en casa, en Skokie -una pequeña ciudad en las afueras de Chicago-, la Sra. Chua entró inesperadamente en un tipo extraño de trance. Se levantó y caminó hacia el dormitorio, donde se acostó, a continuación, con una voz extraña, comenzó a hablar en un dialecto filipino, diciendo: “mi nombre es Teresita Basa”.

Después de aquella extraña situación, y de acusar a un asistente hospitalario de ser el asesino, la sra. Chua despertó del trance. Sin embargo, sufrió otros trances similares durante los días siguientes, declarando, siempre con la voz de la mujer asesinada, que el asistente, un joven negro llamado Allen Showery, le robó las joyas y le dio su collar de perlas a su amante.

El Dr. Chua, aterrorizado con lo declarado por su esposa, no vio otra alternativa, y contacto con la policía local. Llamó a Joseph Stachula y Lee Epplen, veteranos investigadores, los policías, por supuesto, no creyeron en la historia del Dr. Chua, sin embargo, a falta de otras pistas para solucionar el caso, decidieron continuar.

El mensaje del espíritu de Teresita Basa llevo al asesino

Interrogaron detenidamente al Dr. José Chua y a su mujer, preguntando específicamente a la pareja, si Teresita dijo en algún momento si había sido violada antes de ser asesinada. La realidad era, que la fallecida no había sido violada, pero los investigadores hicieron la pregunta, para establecer si la pareja mentía. La respuesta fue negativa, y continuando el interrogatorio quedaron aun mas impresionados, por los detalles que la pareja seguía aportando sobre el asesinato.

“Hasta el día de hoy -escribió posteriormente el agente Stachula-, todavía no estoy seguro si creo en la manera en que se obtuvo la información, no obstante, todo correspondía a la verdad”, porque a partir de esas pistas, la policía de Evanston efectuó una búsqueda en el apartamento de Allen Showery y descubrió las joyas de Teresita.

Los policías llegaron incluso a encontrar el collar de perlas, en manos de la amante del asesino, al ser confrontado con las pruebas en las manos, Showery confesó el asesinato y fue condenado por el crimen. El caso fue oficialmente cerrado en agosto, «aparentemente solucionado por el espíritu de Teresita Basa«.

Como corolario a este caso, los abogados de Allen Showery se beneficiarían de este insólito hecho que llevaría a la cárcel a su cliente, logrando su liberaron en 1983, después de pasar 5 años preso, la defensa argumentó que las acusaciones de otra persona, en una supuesta «posesión» deberían descartase en cualquier juicio en el plano de los vivos.