Un estado mental o un juego diabólico, son poltergeist, ¿alguna explicación?

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Los espíritus que actúan durante un poltergeist, llevan a sus victimas casi a la locura

Cuando una persona se encuentra deprimida o a disgusto con sus circunstancias, lo peor que se le puede ocurrir es consultar a brujos, adivinos, o cartomantes, menos aún, buscar respuestas en una tabla de ouija, especialmente si es tarde en la noche, cuando las defensas anímicas se encuentran en su más bajo nivel.

Sin imaginarlo, y por su estado depresivo, puede ser víctima propicia, de duendes ociosos, espíritus burlones, diablejos, o poltergeist -como mejor le parezca llamarlo-, que merodean en ciertos ambientes, listos para alojarse en la psiquis de personas debilitadas espiritualmente, una vez que toman posesión esos díablejos subalternos como Belial, Nebrios, o Vergi, procederán a divertirse a costa de su desprevenida víctima.

Las cosas se pueden tornar desagradables e insoportables con un poltergeist

A la mañana siguiente de haber sido poseídos, los afectados comienzan a experimentar toda suerte de incidentes, que no por insignificantes, dejan de ser desagradables, extravían su cartera, el automóvil se accidenta en pleno trafico, le roban y desaparece el teléfono.

Los ascensores que toma se detienen, los virus afectan repetidamente su ordenador, las llamadas importantes se le interrumpen ante ese claro patrón negativo, el poseso intenta achacarlo a la casualidad, o a una mala racha, sin imaginar siquiera que duendes mal entretenidos se están divirtiendo a costa suya.

El escritor inglés Aldous Leonard Huxley, en su definitivo tratado sobre el tema ha manifestado: “existen muchísimos de esos díablejos subalternos en los dominios de la satánica majestad, y cada uno tiene sus aberraciones e idiosincrasias, los hay lascivos, sórdidos, perversos, y groseramente chistosos, pero todos, sin excepción son bisexuales.

Por su parte el padre Lodovico Sinistrari, teólogo italiano del siglo XIX, afirmaba que: “ellos son en realidad responsables de las mitológicas creencias en faunos, ninfas, y sátiros, adoptando las formas y apariencias más diversas y atrayentes, primero seducían y luego atormentaban a sus víctimas con sistemáticas e ingeniosas materializaciones.

Nuestra mente nos atormenta, o algo esta decidido a volverte loco ¿es poltergeist?

Como nadie en su sano juicio va a creer en espíritus burlones, al verse afectados por ellos muchas personas acuden a los psiquiatras, algo inútil por supuesto, ya que lo más seguro será que achaque esas rachas negativas de incidentes inexplicables, a un fenómeno de auto castigo por algún ya olvidado trauma de la infancia.

Los parapsicólogos, lo llamarían: psicokinesis espontánea recurrente «PKER», un compendio de cosas que no tienen explicación, mezcladas con situaciones psicológicas y alteradas por el ambiente circundante y social, que pueden afectar a una sola persona o a un grupo reducido de personas.

También recurrir a los religiosos será igualmente improductivo, ya que por más comprensivos que sean, no se les ocurrirá practicar un exorcismo en alguien cuyos problemas no pasan de ser más que, nimiedades de la cotidianidad que suceden a todo el mundo.

 

Entonces cómo expulsar a esos duendes mal entretenidos antes de que vuelvan loca a su víctima, muchos expertos opinan, que lo único es, paciencia y resignación. Siendo frívolos e inconstantes, esos díablejos se aburren pronto, cuando el poseso deja de ser divertido, no monta en furia, o ya no se desespera.

Buscarán entonces a otro incauto, que teniendo sus defensas anímicas muy bajas por depresión o algún revés temporal, acepte recetarse, con brujos, adivinadores, o iluminados, allí, en esos consultorios perfumados y decadentes está el territorio favorito de cacería de los poltergeist.