Uno de los casos más misteriosos de desaparición ocurrió durante la Primera Guerra Mundial. Este enigma es todo lo extraño ya que concierne a todo un batallón de soldados, el batallón del Regimiento Real de Norfolk desapareció en medio de la campaña de Dardanelos en agosto de 1915.
En su libro Mysterious Disappearances, publicado en 1973, Patrice Gaston cita otros casos de grupos militares que aparentemente desaparecieron en medio de la guerra sin dejar rastro.
La desaparición del Batallon Norfolk
Entre marzo y diciembre de 1915, Inglaterra y Francia intentaron controlar los Dardanelos, un punto estratégico que controla las comunicaciones entre los puertos mediterráneos y rusos del Mar Negro. Pero los ejércitos del Imperio Otomano, comandados por los alemanes, mantuvieron en jaque a la fuerza expedicionaria occidental. Las pérdidas fueron tan altas (46.000 muertos) que los Aliados finalmente abandonaron el juego en diciembre de 1915.
La historia de la desaparición de Norfolk se conoce a través de la historia de los soldados de la Commonwealth que asistieron al evento. El 21 de agosto de 1915, durante el ataque a la península de Gallipoli, 22 soldados neozelandeses de una compañía de ingeniería vieron al 4º Regimiento de Norfolk, que contaba con 267 hombres, acudir en ayuda del ANZAC (Cuerpo de Ejército de Australia y Nueva Zelanda) atacando la colina 60, al sur de Suyla Bay.
Mientras estaban en el lecho de un río seco, los soldados de Norfolk entraron en una extraña nube. Mientras todos los hombres desaparecían detrás de la cortina de niebla, la nube se elevó lentamente y luego se alejó hacia el cielo, contra el viento, y pronto escapó a la vista de los observadores. Ni un solo soldado era visible en el pequeño valle, y Turquía afirmó que nunca había capturado a ningún soldado del regimiento en cuestión.
Análisis del testimonio:
Esta historia se basa en un testimonio hecho 50 años después de los hechos. Escrito durante una reunión conmemorativa de los ANZACs por tres de los soldados neozelandeses, este testimonio toma la forma de un llamado a ser presentado, dirigido a cualquier persona viva que pueda haber sido testigo del fenómeno.
Sin embargo, el testimonio contiene varias contradicciones
Así, el cuarto Norfolk mencionado por los testigos no es un regimiento sino un batallón. También ha completado la campaña de Dardanelos. Por otro lado, fue el 5º de Norfolk, otro batallón del mismo regimiento, el que fue reportado desaparecido durante un ataque. Esta última tuvo lugar, no el 21 de agosto, como se menciona en el documento, sino el 12 de agosto, según los archivos militares ingleses, y a 5 kilómetros de la supuesta posición de los soldados neozelandeses.
Sin embargo, hay otro documento que hace referencia a un episodio similar y que fue escrito poco después de la campaña. Esta vez, no hay contradicción. Este testimonio tan fresco parece mucho más fiable.
Informe final de la Comisión Dardanelos:
El informe realizado justo después de la campaña «Final de la Comisión Dardanelos» fue publicado en 1917. Según este documento, una «extraña niebla» que reflejaba los rayos del sol cubría la bahía y la llanura de Suyla el 21 de agosto de 1915. Esta «nube» puede parecer extraña, pero es un fenómeno climático común en la región. El informe también cita el ataque a la famosa colina 60 por 3.000 hombres de ANZAC el mismo día.
Por lo tanto, hay similitudes entre el documento oficial y el testimonio tardío de los soldados neozelandeses. El testimonio parece mezclar dos eventos. Es cierto que en el Informe Final, los dos hechos se cuentan en dos páginas opuestas. ¿Podría esta disposición haber influido en los testigos?
Hay que añadir que, a partir del 5º de Norfolk, se encontraron 122 cadáveres de este batallón el 23 de septiembre de 1919. Cabe señalar también que 27.000 de los 34.000 hombres asesinados, ingleses y ANZAC, nunca han sido enterrados. Por lo tanto, se puede suponer que los cuerpos de los 145 hombres desaparecidos del 5º de Norfolk yacían en un campo de batalla. El calor que reinaba en agosto de 1915 en la región es un factor de putrefacción acelerada.
Por último, cabe recordar que el informe oficial se refiere a una niebla muy grande y no a una nube de 250 metros de largo sobre el terreno, como describieron los testigos.
Todos estos elementos ponen en duda el testimonio de los soldados neozelandeses. Sin embargo, algunos autores siguen considerando este trágico suceso de la Primera Guerra Mundial como un enigma en el que la participación de pequeños hombres verdes está, por supuesto, en primer plano.
Otras extrañas desapariciones de soldados:
En 1707, durante la Guerra de Sucesión española, 4.000 hombres del Archiduque Carlos de Habsburgo se enfrentaron a los ejércitos de Felipe V y partieron una mañana hacia el paso de los Pirineos. Nadie sabe, a pesar de las investigaciones, qué ha sido de ellos. Desaparecieron con armas y equipaje.
En 1858, durante el ataque francés al reino vietnamita, 650 Zouaves de la fuerza expedicionaria avanzaron hacia Saigón, de donde estaban a sólo 20 km de distancia. Les sigue otro grupo de soldados a 2 km de distancia. De repente, se desmayan sin que nadie pueda contar lo que les sucedió.
En diciembre de 1937, Japón ya había invadido gran parte de China, y sus ejércitos avanzaban hacia Nanking, la capital china. El Coronel Li Fu Sien decide poner una resistencia final. Estacionó a 3.000 hombres a lo largo del río Yangtze. A la mañana siguiente, se dio cuenta de que todos menos un centenar de ellos habían desaparecido, instalados lejos de un puente. Ni estos ni ningún centinela vieron a los 3.000 hombres abandonar sus puestos, y los archivos japoneses no mencionan ninguna captura.
El misterio aún permanece!